Yo creo que, "en principio", lo que "mola" precisamente de éste es su concepción. Recoger el testigo de los clásicos de acción de Spectrum --bebedores directos, a su vez, de los clásicos nipones de los salones con Xain'd Sleena a la cabeza pero con esa dosis extra de "pulp" de la Europa ochentera para el fondo temático-- y evolucionarlos al peldaño técnico y tecnológico siguiente bien puede ser lo que necesita la escena "amateur" occidental para poder empezar a considerarla un poco en serio.
Otra cosa es que éste lo haya logrado. Pero por lo menos, algunas maneras, apunta (incluso a pesar de esas ilustraciones...).

















