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Me encuentro con mucho optimista últimamente creedor de que los gráficos 2-D seguirán teniendo su sitio o que resurgirán cual Ave Fénix a medio plazo, incluso a pesar de esa recién celebrada fiesta de la tridimensionalidad llamada E3 2006 donde se han dejado ver en su plenitud, ya sí, las tres consolas que protagonizarán el mercado de vídeo-juegos en los próximos años. Debe de ser que no se paran a pensar cómo están desapareciendo los últimos reductos. Así que, por qué no, hagamos un repaso desde aquí. Empecemos con el territorio recreativo. Acabemos: está muerto. Las poquitas compañías que aún apostaban por los gráficos predibujados están diciendo adiós, aunque haya quien no lo quiera ver. Será raro encontrar incluso un King of Fighters XII en recreativa, no digamos ya un Metal Slug 7 o una propuesta nueva de SNK Playmore. Atomiswave ha sido abandonado por su creadora, de manera que SNK Playmore tendría que adaptarse a un sistema nuevo otra vez perteneciente a una compañía externa. Será difícil que lo veamos. Cave no ha dado muestras de querer lanzar un nuevo juego de disparo después del anuncio de su Pink Sweets. Ha pasado demasiado tiempo ya y su último documento para los inversores revelaba su interés por volcarse en los medal games. Queda Arc System Works, que es de suponer siga sobreexplotando su Guilty Gear, aunque también parece está a punto de desvelarse oficialmente un trabajo totalmente nuevo bajo Type-X Plus de nombre Battle Fantasia [ > ]. Algo es algo, aunque vaya a ser breve. En consolas y, mucho me temo que sólo puedo referirme a PS2, Nippon Ichi y Gust empiezan a dar síntomas de flaqueza con sus últimas producciones, aunque lo cierto es que han manifestado su intención de seguir fieles a los sprites, incluso en la siguiente generación. No dejan de ser cansinos RPG por turnos con cada vez menos logrados apartados gráficos, no nos engañemos. Como los que convierten de vez en cuando pequeñas compañías como Alchemist desde los ordenadores personales. Muy limitados, en general. Flight Plan tiene en curso tres proyectos más que esperanzadores a nivel gráfico, pero todos son S-RPG. Lástima que su único action RPG —Summon Night Exthese [ > ]— no haya tenido excesivo éxito. Y bueno, quizás Sega nos sorprenda con algún buen remake en 2-D de alguna de sus viejas estrellas para su 2500 Series. Nos dejamos el aún por anunciar oficialmente Odin Sphere de Atlus [ > ], que promete llevar los gráficos predibujados a niveles inusitados en un juego eminentemente de acción con scroll lateral, según cuentan quienes lo han visto. Estando detrás el creador de Princess Crown, no seré yo quien lo ponga en duda. Y full stop. Por descontado que dejo fuera los handhelds. Como decía aquél: most of us are not children, after all. Y, en cualquier caso, llevan camino de acoger solo juegos poligonales. Como las aún no natas consolas de sobremesa, porten la marca que porten. Hay que pensar que el desarrollo de vídeo-juegos está cada vez más globalizado y más democratizado. Y por alguna razón, Occidente, nos dicen, no quiere 2-D. Occidente está muy mal educado, de eso no dudamos aquí, aunque sí dudamos de la honestidad de las compañías en general, que, amparadas en este tipo de argumentos, desprecian el dot art por los altos costes que suponen. Una mera cuestión de economía. Personalmente, al igual que llevo años alertando por el arte que se está perdiendo por culpa de la falta de cultura, también estoy convencido de que un día el público pedirá sprites. Igual que cine de animación tradicional. Porque siempre habrá un legado y una producción extraoficial de los que podrá interesarse y mamar. Y lo viejo se convierte en nuevo, y blah, blah. El quid es que la industria dejará de estar preparada para satisfacerlo. Y eso tiene poca vuelta atrás. |
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