La salida de Super Famicom marcó (también) un punto de inflexión en la historia de CVG. Por un lado, la sección Mean Machines se escindiría en forma de cabecera independiente (dedicada en exclusiva a los juegos para vídeo-consola y los "handhelds"), de manera que éstos tendrían el mismo tratamiento en la revista que los juegos de ordenador personal, asumiendo, de algún modo, la inevitable "invasión" que estaba a punto de acontecer. Y por otro lado, la maquetación daría un giro sustancial. Conservando únicamente la estructura de los artículos y las espectaculares capturas de pantalla, CVG quiso entregarse por completo al "artwork" y elaborar cuidadosos diseños para sus artículos monográficos que se acercaran al modelo japonés. El juego de importación empezaba a ser el protagonista.
Un par de análisis (de tres páginas cada uno) del primer número de esta etapa (112), uno de los ejemplares más espectaculares y simbólicos que ha dado la prensa europea. Desde aquí, gracias a sus artífices por ser una insuperable fuente de inspiración: