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CAPTAIN
SILVER |
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Sistema: ARCADE |
Formato: PCB (JAMMA) |
Hardware: - |
Lanzamiento: ??.07.1987 |
Marca: DATA EAST |
Desarrollador: DATA EAST | |
El público
de finales de los ochenta quiso aceptar la fórmula de la acción
bidimensional en persoectiva lateral como su predilecta.
Era también, al menos aparentemente, la más versátil, pues
permitía un amplísimo espectro de aproximaciones en función de la
configuración de los escenarios y la aparición de los enemigos y
de la capacidad y el rango de ataque
del protagonista. Como ya
hiciera solo unos meses antes con Karnov, Data East se inspiraría
en el Makaimura de Capcom para su Captain Silver. Aunque el
protagonista no contaría a priori con la capacidad de disparar
proyectiles sino
que emplearía una espada toledana —el juego va de piratas, por si
hay alguien que aún no lo ha notado—
abogando más por un
combate de proximidad, los enemigos surgirían mayoritariamente en
flujo —a diferencia de Karnov, donde estaban estrictamente limitados por
el scroll—
y el ritmo de la acción, la respuesta al
control y los elementos estructurales guardarían muchas similitudes con los títulos
citados.
Nuestro filibustero puede, eso sí, hechizar su arma al capturar las
pequeñas hadas que revolotean en determinados puntos del
desarrollo, dotándola de la capacidad de disparar ilimitadas bolas
de fuego que pueden llegar a convertirse en unas poderosas ondas
multidireccionales si capturamos el número de hadas necesario. Los
enemigos más resistentes, en cualquier caso, nos dejarán
percatarnos de que el nivel de daño infligido es siempre
inversamente proporcional a la distancia entre nuestro avatar y su
rival, cualquiera que sea el nivel de nuestra espada. Más inusual aún resulta el sistema de puntuación, que unifica puntos y moneda
de cambio para adquirir ayudas extra en las distintas tiendas del
juego. Estos items, en todo caso, pueden encontrarse también
repartidos en las fases, aunque ocultos en muchas de las ocasiones,
introduciendo un interesante, aunque mínimo, componente exploratorio.
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Mientras
que Karnov siempre me pareció una de las mejores muestras
de cómo refinar la fórmula Makaimura en lo mecánico,
visualmente nunca llegó a conquistarme por culpa de |
su
excesiva parquedad —
una característica, por desgracia, bastante habitual en los títulos de
la Data
East de mediados de los 80 que el juego que nos ocupa hizo
suya como ningún otro. El apartado gráfico de Captain
Silver es un claro paso atrás con respecto a obras
anteriores de la compañía como el propio Karnov y le
confiere una apariencia bastante primitiva, pero el
auténtico flashback se produce una vez al control y
nos damos de bruces contra una mecánica modelada a la muy
vieja escuela: ataques enemigos aparentemente imposibles de
esquivar, estrambótica detección de colisiones, mínimo
número de checkpoints... El nivel de hijoputismo
de Captain Silver hará abandonar enseguida a los más
débiles, pero también recompensará con cierta prontitud a
los que sepan apretar los dientes. Lo cierto es que, en
realidad, el juego tiene mucho de memorístico, de conocer
de antemano el comportamiento de cada enemigo y los
obstáculos de cada rincón para evitar las muchas trampas
que los programadores nos han reservado. La vieja escuela,
sí.
Por tanto, la discusión debe centrarse en el grado de
satisfacción y/o de frustración que el juego proporciona a
la hora de resolverlo, de experimentar una y otra vez
cada rincón hasta encontrar la manera. Y, en lo que a
mí concierne, Captain Silver supo engancharme hasta el
final de su primera vuelta. Aún con sus problemas, sus
trampas, sus excentricidades, es un juego mejor mesurado de
lo que al principio aparenta. El nivel de dificultad es, en
realidad, bastante homogéneo —e, incluso,
moderado—
una vez comprendida la dinámica y existe un gran número de
atractivos, empezando por la temática y la variedad
escénica —fue uno de los primeros títulos en los que DECO
dejó constancia de su interés por introducir fases de
planteamiento alternativo, que aquí tomaron la forma de
escenas con autoscroll en las que debemos permanecer
sobre un pequeño bote—
y terminando por el repertorio de items
y el adictivo —y
generoso—
sistema de bonificación de vidas extra según
las letras recolectadas que componen nuestro nombre. Captain
Silver logra que la frustración se llegue a convertir en
triunfalismo, pero requiere de altas dosis de paciencia e
indulgencia por las toscas maneras, desde luego.
Recap
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