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TOY
ROBO FORCE |
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Sistema: GAME BOY ADVANCE |
Formato: 32Mb+BB ROM CARTRIDGE |
Hardware: SENYOU TSUUSHIN CABLE |
Lanzamiento: 28.06.2001 |
Marca: GLOBAL A ENTERTAINMENT |
Desarrollador:
GLOBAL A ENTERTAINMENT | |
Global A
Entertainment es una compañía que apuesta habitualmente por
fórmulas poco convencionales. Mezclar los géneros de la aventura
puramente dialogada —de escasa interactividad, según el canon
nipón— y el disparo de desarrollo bidimensional era
algo difícil, si no imposible, de encontrar antes de Toy Robo
Force.
Destinarlo, además, a un sistema portátil recién aparecido lo
convierte, directamente, en una anomalía lúdica como pocas.
No tan alternativa es la temática argumental, que nos habla de
ciudades futuras y cuerpos de policía que emplean robots, no solo
como instrumentos de trabajo, sino incluso como compañeros. ¿Alguien dijo Patlabor? Más o
menos. Toy Robo Force se presenta,
de hecho, a la usanza de cualquier serie de animación nipona, para
lo que ha contado con Shinji Nishikawa como diseñador de
personajes. Poco conocido, pero con varios años de experiencia en
el mundo del anime. De manera que la estructura básica del
juego no es distinta de la que popularizó en su día Sakura Taisen
— introducción al capítulo y desarrollo del mismo en base a
un puñado de escenas dialogadas donde, a lo sumo, hay que tomar alguna decisión,
clímax del capítulo que da paso a un combate que queda en manos
del jugador y finalización mediante una nueva sucesión de escenas
dialogadas para, finalmente, dar paso al siguiente capítulo.
Sólo que, en Toy Robo Force, los combates toman la forma de un
juego clásico de disparo de scroll vertical y se introduce
una sección relativa a la personalización de los robots que tiene
un papel fundamental.
Porque, por si alguno aún no lo ha intuido, los personajes que
protagonizan las escenas de combate son robots. De hecho, el juego
se basa en arrestar robots enemigos durante estas escenas
para poder usarlos en las misiones venideras. El éxito en las
mismas depende en alto grado de una buena elección y
personalización de los robots seleccionados, que serán un máximo
de cuatro por misión. No todos los robots pueden usar las mismas
armas o vehículos, de manera que unos pueden ser más útiles que
otros, dependiendo de la escena y sus enemigos. La
personalización de los robots se realiza mediante un sistema de
compra-venta; nuestra moneda de cambio son los puntos conseguidos
por destruir y capturar enemigos en las escenas de acción. La
munición también hay que comprarla y cuidar, por tanto, de no
desperdiciarla, pues no existe ningún arma o robot con munición
ilimitada y es frecuente agotarla antes de la conclusión de la
escena.
Y lo cierto es que ese factor determina enormemente la mecánica de
Toy Robo Force. El hecho de tener que controlar —limitar— las veces
que se pulsan los botones de disparo por miedo a
quedarse sin recursos antes incluso de llegar al enemigo final de
una escena rigidiza sobremanera la acción y obliga a tener un buen
conocimiento de cada arma disponible y sus atributos a la hora de
personalizar los robots.
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Podríamos definir a Toy Robo Force, sin mucho reparo, como juego clásico de disparo con unos largos interludios
narrativos, pero lo cierto es que la personalización de los
robots tiene un elevado |
peso
en el programa por motivos como
el arriba expuesto, y es frecuente perder más tiempo
combinando las partes de tus robots que
combatiendo. A decir verdad, la dificultad de las escenas de
combate es bastante escasa en general, de modo que, una vez
conseguido un buen cuarteto, lo normal es no preocuparse
mucho en optimizarlo, salvo en las fases especialmente
complicadas. Por supuesto, todo llega paulatinamente, y al
principio tan sólo contamos con un único robot y un par de
armas; hasta que no arrestemos a algún robot
enemigo, no tendremos muchas posibilidades de
configuración, por lo que la mecánica de personalización
se aprende poco a poco, incluso sin conocimientos de
japonés. El juego, de hecho, no opondrá demasiadas
dificultades idiomáticas —quizás un par de veces—,
salvo para aquéllos empeñados en conocer a fondo el
desarrollo argumental —bastante predecible e
infantil, por otro lado—.
Un detalle que molesta es la imposibilidad de conocer durante la
personalización si un arma es realmente compatible
con el robot al cual has equipado con ella, encontrándote
en demasiadas ocasiones sin capacidad de disparo durante la
acción. Tampoco parece muy acertado el sistema de cambio de
robot, que pausa literalmente la acción para que puedas
escogerlo. Y otra pega que se me ocurre es la pobreza
gráfica de la que hacen gala las escenas dialogadas y los
mapas. Así y todo, Toy Robo Force es un título
medianamente divertido, de
coloristas gráficos y pegadizas sintonías, con unas
escenas de acción sin excesivas torpezas —aunque con un movimiento
lateral del scroll que no desplaza las balas como sería
deseable— y una falta de espectacularidad notable a nivel de
enemigos finales, eso sí. La variedad de fases es justita,
como lo es
la duración y dificultad del juego, pero tiene los
suficientes atractivos para mantenerte enganchado por unos días. Para ser uno de los primeros lanzamientos de un
sistema portátil, Toy Robo Force viene a dar la talla. Pero poco
más.
Recap
Todo
el artwork original es propiedad intelectual de Global A
Entertaiment Inc.
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