KEIOU YUUGEKITAI
 
Sistema: MEGA DRIVE
Formato: 1 x CD-ROM
Hardware: MEGA-CD
Lanzamiento: 06.08.1993
Marca: VICTOR
Desarrollador: VICTOR

Sin hacer ruido, tan inesperadamente como acostumbraba esta casa, JVC hizo nacer para el malogrado add-on de discos compactos de Mega Drive uno de los juegos de disparo más personales, emotivos y espectaculares que había conocido soporte doméstico alguno. Era una espectacularidad sutil, pero espectacularidad, a fin de cuentas. Para empezar, Victor no se conformó con unas planteamiento estético que recordara a la mejor animación japonesa; Victor quiso crear animación de calidad con la excusa de su juego. Sugerido ya desde la misma ilustración de cubierta, Keiou Yuugekitai empleó secuencias de animación por cels reproducidas en full-motion video —y manufacturadas por el prestigioso Studio Pierrot, que no dejaba de ser realmente inusual aún, en aquellos años. Aunque las limitaciones de la plataforma impidieron que se mostraran con cierto esplendor, dejaron constancia de que no era ésta una producción de moderado presupuesto. Más importante aún, Keiou Yuugekitai proponía un mundo tan evocador y unos personajes tan finamente diseñadosa todos los niveles que no es extraño trascendieran, al poco tiempo, su formato original de vídeo-juego para convertirse en una mini-serie de novelas. Y todo para un juego de disparo de scroll horizontal y tradicionalísimo patrón que relata, eso sí, una pintoresca historia sobre mapaches de superdotado cerebro y perversas intenciones capaces de poner a la marina estadounidense de su parte, reliquias sagradas que tienen la clave sobre el origen de la vida terrestre y la dominación del mundo y una jovencísima protagonista que gusta de transformarse en mascota Playboy antes de marchar a combatir por ninguna razón aparente. Ranmi-chan es, de hecho, el brazo armado de la Unidad de Asalto de Keiou compuesto únicamente por ella y sus dos abuelos, a decir verdad, y surca los aires con la ayuda de un pequeño dragón escupefuego, materializando el contenido nuclear del programa.



Nuestro —parlante— dragón tiene, en realidad, dos tipos de fuego que ejecuta simultáneamente: el frontal —o principal— y el secundario, que, a su vez, pueden ser de distintas modalidades. El disparo frontal, por ejemplo, puede ser abierto o concentrado, mientras que el secundario puede cobrar la forma de bombas aire-tierra, minas dirigibles o pequeños dragones buscadores. Todos ellos poseen capacidad para potenciarse, siempre y cuando recojamos los iconos del mismo tipo en sucesión. Además, cuenta con la posibilidad de adosarse hasta dos dragoncillos a modo de options, para lo que solo es necesario dejar de pulsar el botón de fuego hasta que se autogeneren paulatinamente, en cualquier momento del desarrollo. Estas options —que se comportan, de hecho, estrictamente como tales— también pueden ser detonadas —mediante la pulsación del botón correspondiente del mando— para limpiar momentáneamente la pantalla de balas enemigas, que puede servir de impagable ayuda en determinadas situaciones, claro. Con el tercer botón del mando controlamos la velocidad a la que queremos movernos. El menú de opciones del juego, por otro lado, es extraordinariamente amplio, permitiendo no solo variar la dificultad o la configuración del mando de control, sino también la posición del hitbox de nuestro sprite o el rango de velocidades a ejecutar en el juego, demostrando, de nuevo, la meticulosidad con la que Keiou Yuugekitai fue concebido.

   

             

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