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                      | ROBO
                        ARMY |  
                    
                      |   |  
                    
                      | Sistema:    ARCADE (MVS) /    
                        NEO-GEO AES |  
                    
                      | Formato:  45Mb ROM CASSETTE |  
                    
                      | Hardware:  MVS / - |  
                    
                      | Lanzamiento:    30.10.1991 (MVS) / 20.12.1991
                        (AES) |  
                    
                      | Marca:    SNK |  
                    
                      | Desarrollador: 
                  SNK |    |   
            La primera
            generación de juegos de Neo-Geo estuvo protagonizada por el
            género de la lucha con acción tridimensional. La repercusión del
            Final Fight de Capcom había sido de tal magnitud que SNK no dudó
            en parir, casi al unísono, un buen número de espectaculares
            programas de peleas callejeras. Nombres como Burning Fight,
            Sengoku Densyo o el mismo Robo Army demostraban que las
            posibilidades técnicas del aún imberbe sistema Neo-Geo eran
            verdaderamente destacables, pero también que los diseñadores de
            SNK no eran capaces de alcanzar la brillantez visual que poseía
            el título de Capcom. 
             
            SNK llevaba, en cualquier caso, ensayando la fórmula antes que
            Capcom [quién no recuerda su Datsugoku —Prisoners of War—], una
            fórmula entendida de una manera singular que, generalmente,
            proponía una acción muy rígida, unos personajes un tanto lentos y
            unos sistemas de combate bastante sui generis. Robo Army no
            es una excepción. Su mecánica está regida por tres botones de
            acción: puño, salto y power
            attack. Pulsar a la vez los botones de puño y salto ejecuta una
            patada hacia atrás, que se revela como el golpe más importante del
            juego, pues es el de mayor alcance y potencia, si obviamos los power
            attacks. Esta característica introduce un elemento inusual en
            la dinámica: en lugar de afrontar directamente a los enemigos, te
            hallarás habitualmente buscando la manera de darles la espalda a
            toda costa para golpearlos con la patada. Si a esto le sumamos que
            ningún ataque en Robo Army se puede encadenar a modo de combo 
            y que la forma de los  power
            attacks —cuyo uso se limita con un indicador bajo la barra de
            energía— es variable en función de sus reservas, deduciremos que
            estamos ante un juego con una mecánica muy particular, basada en el
            cálculo certero de tu rango y el de los enemigos y la ejecución
            precisa, e incluso estratégica, de tus ataques. 
             
            No se terminan ahí las peculiaridades de Robo Army. Además de las
            habituales armas a recoger durante el desarrollo del juego, la
            naturaleza sobrehumana de los protagonistas les permite levantar —literalmente—
            los Jeep del camino para lanzárselos a los enemigos
            en un espectacular efecto desguace. Más aún, unas cápsulas
            situadas puntualmente a lo largo de las seis fases del juego
            transformarán a nuestro robot en una tanqueta blindada de enorme
            poder destructivo que proporciona unos segundos de invulnerabilidad.
            Al ser de uso inmediato, se convierte en un mero gimmick  sin
            demasiada profundidad, aunque siempre quedará el buscar la manera
            de aprovechar estos segundos al máximo —que es menos elemental de
            lo que parece— para evitar enfrentamientos directos a posteriori.  
             
             
             
            
              
                
                    | 
                  Afrontar
                    la primera partida a Robo Army como si fuera el propio Final
                    Fight es una de las peores cosas que se pueden hacer con el
                    juego, pues tendrá el efecto inmediato de condenar | 
                 
              
             
            
              
                
                  el
                    programa al abandono más irreversible. Robo Army sólo se
                    aproxima a Final Fight en la apariencia; su dinámica es
                    totalmente diferente y requiere de varias y cuidadas
                    partidas para entenderla, como ya ocurriera con el
                    mencionado Datsugoku. De hecho, Robo Army es uno de los
                    juegos de  acción 3-D más entregados a la memorización de
                    las fases y al cálculo del rango de los enemigos que se
                    recuerdan, lo cual no es necesariamente negativo, pero sí
                    va a demandar una mayor entrega del jugador, pues el juego
                    se hace verdaderamente díficil al principio. 
                     
                    Los amantes de los robots, los futuros cibernéticos y las
                    destrucciones masivas van a encontrar en Robo Army un
                    apartado gráfico realmente sugerente. Los sprites
                    son grandes y están bellamente diseñados, los escenarios
                    son atractivos y ricos en detalles —aunque repiten algún
                    que otro motivo con demasiada frecuencia— y la naturaleza
                    robótica de los personajes posibilita todo uno mundo de
                    destrozos y chatarras en pantalla. Transformaciones y
                    asimilaciones al estilo mecha, efectos de scaling
                    lineal para simular desvanecimientos, enemigos de
                    formas fáunicas con versiones mini  y maxi...
                    Robo Army es un fantástico ejemplo de espectacularidad
                    visual y diseño 2-D cargado de referentes, que aprovecha con eficacia el hardware
                    que lo soporta, aunque no está exento de elementos
                    criticables, como la algo limitada animación de los
                    protagonistas —que se sirven ambos, además, de la misma
                    base gráfica—, la utilización de un único plano de scroll
                    o la escasa variedad de los enemigos básicos —compensada,
                    en parte, con la inclusión en cada fase de un mid boss 
                    además del obligado final boss—. Mención especial
                    merecen, por el contrario, los efectos sonoros; las
                    digitalizaciones de voz y sonidos metálicos se escuchan con
                    una nitidez asombrosa, contribuyendo a recrear una
                    atmósfera apocalíptica con eficacia. 
                     
                    Robo Army es, por tanto, un juego aparentemente mediocre que se transforma
                    en interesante tras conocer bien su mecánica y obviar
                    comparaciones inoportunas. Es claro que SNK quería, con
                    títulos como éste, escribir sus propios preceptos en el
                    género y, aunque el resultado con Robo Army no es tan
                    impactante como debería haber sido, la calidad final del
                    producto es indiscutible. Si eres capaz de armarte con unas
                    buenas dosis de paciencia y concentración y te atrae la
                    estética robótica, esta propuesta de SNK te convencerá
                    con el tiempo. 
                     
                     
                                                               
                    Recap 
                     
                     
                     
                     
                    
                     
                    
                     
                    
                    
                    Todo 
                        el artwork original es propiedad intelectual de SNK
                    Corporartion
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