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                      | THRASH
                        RALLY |  
                      |  |  
                      | Sistema:   ARCADE (MVS) /    
                        NEO-GEO AES |  
                      | Formato:   46Mb ROM CASSETTE |  
                      | Hardware:  MVS / - |  
                      | Lanzamiento: 08.11.1991 (MVS) / 20.12.1991
                        (AES) |  
                      | Marca:     ALPHA DENSHI |  
                      | Desarrollador: 
                  ALPHA DENSHI |  |  Aunque la conducción con
            punto de vista cenital es un género tan antiguo como la propia
            Historia del vídeo-juego, rara vez se había tomado antes el
            mundo de los rallies oficiales como excusa temática, pero, casualmente, la salida de Thrash Rally coincidió con la de
            Drift Out de Visco, con el que compartiría algo más que ambientación y
            planteamiento y ante el que cedería el trono de la popularidad al
            no perpetuarse en forma de saga. Thrash Rally propone dos modos de juego en el fondo no muy
            diferentes. En World Championship habrá que escoger automóvil de
            entre seis opciones y afrontar cinco rallies consecutivos,
            divididos cada uno en varias etapas —de tres a cinco— simbolizadas
            con sus correspodientes checkpoints. Se juega a contrarreloj,
            de manera que existe un tiempo límite predefinido para cada rally
            que se ve ampliado en unos pocos segundos cada vez que se supera una
            etapa del mismo. El modo Paris-Dakar: the Cape consta de un único rally
            dividido en seis etapas, aunque bastante más extenso y con otros tres vehículos adicionales. Al ser único,
            cualquier error cometido, por muy temprano que sea, se arrastrará
            hasta el final. Los tres nuevos vehículos —motocicleta, buggy
            y camión— son ciertamente singulares, no solo en aspecto sino
            también a nivel de respuesta, de modo que fijarse bien en sus
            características particulares para sacarles el mejor partido es una
            tarea más que recomendable. El control de los vehículos es extremadamente elemental
            —direcciones izquierda y derecha, botón de aceleración y botón de
            freno—, posibilitando un dominio de los derrapes bastante
            inmediato y convirtiendo rápidamente el juego en un mero ejercicio de memorización de los circuitos y precisión en los
            giros y adelantamientos. 
 
   
              
                
                  |  | Siempre
                    fui un fan de este tipo de juegos, lo admito de entrada.
                    Pocas cosas me resultan más adictivas que pilotar un
                    automóvil desde una perspectiva aérea para ir descubriendo
                    nuevos |  
              
                
                  | escenarios
                    a toda velocidad a la vez que te enfrentas a otros pobladores
                    de los caminos. Y lo cierto es que Thrash Rally reúne todos los
                    condicionantes necesarios para encandilarme desde el principio. En
                    primer lugar, el empleo de autos reales —o casi—; aún sin
                    las licencias oficiales, Alpha Denshi ha conseguido plasmar
                    con gran acierto los modelos más importantes de los rallies
                    del momento en forma de pequeños sprites
                    perfectamente identificables. En segundo lugar, los
                    escenarios — sobrados de detalles, colorido, variedad y
                    definición. Y en tercer lugar, una mecánica sencilla,
                    directa y honesta, donde todo queda en manos de nuestros reflejos y
                    capacidad de concentración hasta que conseguimos memorizar
                    los trazados y somos capaces de anticiparnos. 
 Porque el esquema de Thrash Rally, en base a una serie de
                    circuitos, en su mayoría, cíclicos que hay que recorrer en el
                    menor tiempo posible, demanda al final la anticipación de
                    movimientos por parte del jugador.
                    Arañar unas décimas gracias a tomar una curva concreta con
                    un derrape perfectamente medido es la clave del triunfo en
                    el juego, y, en este sentido, Thrash Rally es un fiel
                    reflejo del deporte en el que se basa. Pero el aspecto simulación
                    acaba ahí. Como buena recreativa, Thrash Rally es un
                    programa donde la acción es la protagonista, con
                    adversarios que intentarán ponerte las cosas más difíciles y que
                    deberás sortear a toda costa demostrando tu habilidad con el
                    stick. Gracias a ellos, las partidas nunca son
                    exactamente iguales, pues el número de vehículos en
                    carrera y su emplazamiento no está predeterminado.
 
 Estéticamente el juego es una delicia. A unos gráficos
                    llenos de color y detalle les acompaña un rápido scroll
                    que transmite una magnífica sensación de velocidad y unas
                    estimulantes sintonías que pecan de cierta escasez. El hardware
                    de Neo-Geo permite breves y sorprendentes momentos de scaling
                    al provocar un salto de nuestro auto, así como un gran
                    número de sprites móviles en pantalla, impuestos,
                    de alguna manera, por la elevada situación de la cámara.
 
 Thrash Rally es un título anómalo para un sistema recién
                    aparecido y una compañía dedicada, de siempre, a fórmulas
                    mucho más comerciales, pero resulta extraordinariamente
                    divertido y bien elaborado. El control de los vehículos es
                    magnífico y el juego invita a una constante
                    autosuperación. Si algo le podemos achacar es su brevedad,
                    a pesar de los dos modos de juego distintos y los hasta
                    nueve vehículos para seleccionar. El juego no es
                    excesivamente difícil de completar con un único crédito —aunque terminar en primera posición ya es harina de otro
                    costal—, y el número de circuitos acaba quedándose corto.
                    Peor aún, a pesar de su condición deportiva y de
                    obligarte a identificarte con tus iniciales al inicio de
                    cada partida, Thrash Rally no registra las marcas
                    conseguidas, ni en la memoria no volátil del MVS, ni en la memory
                    card del AES. Un fallo remarcable pero que tampoco hace
                    bajar demasiados enteros la nota de un programa, a todas
                    luces, sensacional. Para amantes de las emociones fuertes y
                    sin complicaciones.
 
 
 Recap
 
 
 
 
 Todo 
                        el artwork original es propiedad intelectual de Alpha
                    Denshi Corporartion
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