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YAKINIKU
BUGYOU |
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Sistema: PLAY STATION |
Formato: 1 x CD-ROM |
Hardware: - |
Lanzamiento: 24.05.2001 |
Marca: MEDIA ENTERTAINMENT |
Desarrollador:
MEDIA ENTERTAINMENT | |
¿Es
posible que un vídeo-juego sobre llegar a ser un Doctor en
Yakiniku pueda tener una buena acogida entre el público? Media
Entertainment debió de pensar que por qué no, sobre todo si iba
respaldado por el patrocinio de una de las cadenas de restaurantes de yakiniku
más famosa de Japón, la Gyu-Kaku. Y, aunque Yakiniku Bugyou no
fuera el primer juego de acción que recrease un tema gastronómico,
su popularidad superó las mejores previsiones, especialmente
tratándose de un título de serie barata.
Yakiniku es carne a la parrilla al estilo koreano. En
un restaurante de yakiniku el cliente se cocina su propia
ración de carnes y verduras cortadas en pequeños trozos sobre una
parrilla instalada en cada mesa, así consigue siempre el punto de
cocción y temperatura deseado para su bocado. Pero en Yakiniku
Bugyou, en cambio, el jugador toma el papel de un empleado del
restaurante que debe cocinar y servir los bocados de los comensales.
Ellos, claro, son los que juzgarán si se ha conseguido darle el
punto de asadura justo a cada pieza, y más importante aún, si se
han atendido correctamente sus peticiones. Hay un número de tres
clientes por atender de forma simultánea, cada uno con una pieza
concreta que desea saborear y otra que rechazará inevitablemente.
Nuestra labor, al control de la parrilla, es lograr que el indicador
de satisfacción de cada cliente se mantenga en el mínimo exigido
antes de que finalice el tiempo de cada ronda. Un solo cliente
insatisfecho implica el fin de la partida. La parrilla, virtualmente
dividida en cuadrantes, puede acoger un máximo de doce piezas a la
vez, que se asarán, como es lógico, en función del tiempo que
lleven sobre las brasas. Manejando un par de palillos sobre el
emparrillado, podremos colocar las piezas a nuestro antojo, darles
la vuelta para que se cocinen por ambos lados y, finalmente, servírselas a los
comensales según sus preferencias. Hay siete tipos de piezas gastronómicas distintas, y lo
único que no podemos controlar es el orden de aparición. El manejo
de los palillos se realiza con los botones digitales de dirección,
mientras que usaremos el botón de aspa para llenar la parrilla y
voltear las piezas y el resto de los botones principales, para
servirlas a los comensales en función del botón que tienen
asignado. Además del modo principal por rondas, existe un modo supervivencia
sin límite de tiempo, así como el inevitable modo de dos jugadores
simultáneos, donde ambos compiten por complacer a los mismos
clientes.
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Esta
carne está poco hecha. Yo no le he pedido verdura.
¿Cómo puede estar tardando tanto mi ración?... Situaciones
como éstas son las que hacen que el cliente de un
restaurante se marche poco |
satisfecho.
Que alguien las tome como planteamiento base para realizar
un vídeo-juego de acción habla del grado de genialidad que
aún queda en algunas desarrolladoras japonesas. Yakiniku
Bugyou es un juego pensado para los amantes de los Puzzle
Bobble, Bomber Man y demás programas de acción con una
pequeña componente estratégica, pero aquéllos que
disfrutaron con la saga Bishi Bashi de Konami se
encontrarán especialmente cómodos, gracias no solo al
planteamiento y filosofía del juego, sino también al
sistema por asignación de botones. Tener soltura con el pad
de PS es bastante recomendable antes de afrontar este juego;
aunque el control es intuitivo, tener que pulsar los cuatro
botones principales —además de las direcciones— con la
ligereza que el juego exige en ciertos momentos no es apto
para todo el mundo. Una vez dominado, y una vez aprendidos
los puntos de cocción de cada tipo de alimento por su
aspecto, Yakiniku Bugyou se convierte en un programa más
que asequible, no muy difícil de completar dada su escasa
longitud. Afortunadamente, el modo de dos jugadores multiplica
por bastante la durabilidad del producto.
Su otro punto a favor es la frescura del apartado
audiovisual. Los clientes, a cuál más dispar, se quejan,
te felicitan, cambian de opinión... usando voces reales —y bocadillos
de texto en pantalla—, logrando disimular la, en realidad,
limitadísima presentación gráfica del juego —que, por
suerte, es íntegramente bidimensional—. A fin de cuentas,
Yakiniku Bugyou es un título menor de irrisorio presupuesto
lanzado a bajo precio, que, probablemente, nunca habría
visto la luz si no se hubiese lanzado con fines
publicitarios.
Recap
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