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EDO
NO KIBA |
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Sistema: SUPER FAMICOM |
Formato: 8Mb ROM CASSETTE |
Hardware: - |
Lanzamiento: 12.03.1993 |
Marca:
MICRO WORLD |
Desarrollador:
RIOT / TELENET JAPAN | |
El Edo no Kiba —Colmillo
de Edo, donde Edo es el nombre que Tokyo recibía en la era
del shogunato— es un grupo especial antiterrorista que la policía del
Tokyo del 2050 se verá obligada a constituir debido a la magnitud
de la amenaza de las bandas organizadas del momento, fuertemente
armadas gracias a su control sobre la tecnología punta aplicada a
la ingeniería robótica. En la piel de un soldado del Edo no
Kiba,
el jugador deberá detener el inminente ataque de la más peligrosa
de las organizaciones criminales y desmantelarla de forma
definitiva. Un planteamiento argumental no muy original para un
juego, en realidad, con numerosos elementos excéntricos.
Edo no Kiba es un título de acción en perspectiva lateral y
estructura de recreativa adornado con secuencias de viñetas en
los interludios y una cuidada ambientación
escenográfica, siguiendo escrupulosamente la línea habitual de la
compañía Telenet. En la mecánica
del juego es donde reside su auténtica peculiaridad. Edo no Kiba
propone un scroll forzado donde la acción se desarrolla en
tres planos distintos y el sprite protagonista no puede volverse
para atacar hacia atrás — salvo en un par de subniveles,
el protagonista solo puede atacar hacia el flanco derecho. Son dos los
tipos de ataque que puede realizar: a corta distancia, con la
pulsación simple del botón de ataque, y arrojando su sable hacia
delante en efecto boomerang, que requiere pulsar unos
instantes el botón de ataque y soltarlo tras accionar derecha.
Mantener pulsado el botón de ataque sirve para adoptar la posición
defensiva, aunque esta guardia solo es apta contra las balas
enemigas, y no todas. Nuestro soldado puede también saltar y
cambiar de plano de acción, además de detonar a su pequeño
robot-bomba-farolillo para provocar un daño considerable. Algunas
de las fases eliminan la posibilidad de cambiar de plano, en cambio,
mientras que otras, directamente, dotan a nuestro postmoderno samurai
de un aerodeslizador que le permite surcar los cielos, en base a los
principios de movimiento de cualquier juego clásico de disparo.
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La
impresionante ilustración de cubierta del juego, nacida de
los lápices de Yoshiyuki Takani, un
prestigioso ilustrador especializado en imaginería
mecánica,
ya nos habla de la |
sugerente
ambientación de la que goza Edo
no Kiba — una ciencia-ficción donde
reinan los robots con continuas reminiscencias a la
era feudal japonesa. Ambientación que, como en todo
juego de acción que se precie, tiene un papel mucho más
importante que el propio contenido argumental del que se
vale, y que es el primer factor de enganche que uno
encuentra al insertar el cassette por primera vez.
Porque Edo no Kiba es ciertamente singular en su mecánica,
y encontrar la manera de emplear correctamente a nuestro
personaje no es tan inmediato como pudiera parecer. Un poco
de insistencia y podremos dominar a la perfección el lanzamiento
de nuestro sable, incluso a arrastrarlo por los tres planos
de la superficie y emplearlo en ataques aéreos. El sistema
no es del todo malo y proporciona un toque de originalidad muy de
agradecer, pero se ve empañado por las numerosas
ralentizaciones de la acción, que dificultan tremendamente
el control del timing necesario para lanzar el arma
en ocasiones. Tan original como el manejo del personaje son
las formas que adoptan los distintos bosses del
juego, que suponen la auténtica culminación del apartado
conceptual de Edo no Kiba y proporcionan momentos de elevada
espectacularidad. Da lástima, de hecho, que el diseño del
protagonista y de los enemigos menores no esté tan cuidado
como el de los bosses, así como que algunos escenarios sean
tan pobres respecto de otros. Es como si hubieran
participado dos grafistas por separado y luego hubieran
unido sus trabajos en uno.
Igualmente importante es la gran variedad de las fases de
Edo no Kiba. Desde correr a toda velocidad por una autopista
destruyendo un enorme camión, hasta pilotar un misil
en su trayectoria por los cielos, pasando por la
intromisión en un edificio inteligente con un sorprendente
acuario; cada fase es un reto distinto con su propia
mecánica que invita a un continuo reintento. Es cierto que
el juego es corto y demasiado fácil en niveles de
dificultad distintos al más alto —y hablo de a crédito
único—, pero
está perfectamente estructurado para ir progresando
paulatinamente y no llegar a cansarte hasta verlo completado. Si se
hubieran cuidado más algunos aspectos, como la
excesiva linealidad —y brevedad— del desarrollo, la lentitud de respuesta
debido a las abundantes ralentizaciones o el mencionado
desequilibrio en los gráficos, Edo no Kiba habría sido un
magnífico ejemplo para que Telenet demostrase que no
necesitaba los servicios de Wolf Team para crear títulos de
cierta calidad.
Recap
Todo
el artwork original es propiedad intelectual de Telenet Japan
Co., Ltd. y Micro World
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