GINGA OJOUSAMA DENSETSU YUNA 3 —LIGHTNING ANGEL—
 
Sistema: SEGA SATURN
Formato: 1 x CD-ROM
Hardware: -
Lanzamiento: 04.12.1997
Marca: HUDSON SOFT
Desarrollador: WILL / RED

Magical girls y idol singers, mecha y armaduras de combate, dinastías espaciales, espíritu sentai... cualquiera que conozca la saga Ginga Ojousama Densetsu Yuna [Yuna: La Leyenda de la Doncella de la Galaxia], bien por sus orígenes como juego de PC Engine, bien por sus posteriores series de animación para vídeo, estará de acuerdo en que pocas veces se han reunido tantos subtemas para configurar el fondo argumental de un vídeo-juego. Su mayor responsable, ese mítico ilustrador de nombre Mika Akitaka, quiso servirse de las principales fórmulas que encumbraron la animación japonesa en los ochenta cuando desde Hudson Soft le llamaron para diseñar un nuevo juego en formato CD-ROM con clara vocación de anime interactivo que diera prioridad a la caracterización de los personajes.

El proyecto fue un éxito, sucediéndose con rapidez una secuela para el mismo soporte y una primera serie de animación, a pesar de que, como juego, Yuna no fue más que una limitadísima experiencia en torno a unos combates tácticos en forma de viñetas sin apenas interactividad. Pero Yuna, el personaje, supo engatusar al fan gracias a su candidez —¿estupidez?— y su facilidad para hacer amigas de las enemigas. Porque Yuna va sobre chicas. Es raro encontrar un personaje masculino en cualquiera de los episodios que componen la saga, algo que el Sr. Akitaka persiguió desde el principio. Como también se quiso elaborar un, hasta cierto punto, sofisticado universo —nunca mejor dicho— donde cada acontecimiento tuviese un reflejo a posteriori, haciendo que los personajes, que son muchos, vayan y vengan y guarden conexiones inesperadas.

Yuna 3 es otro de esos ejemplos que evidencian que Hudson Soft vio en Sega Saturn el sistema que debía coger el relevo de su PC Engine. Continuación directa de la segunda serie de animación para vídeo, Yuna 3 supone un cambio importante en el planteamiento mecánico con respecto a sus predecesores. A pesar de basar su desarrollo, como aquéllos, en la sucesión de una serie de imágenes estáticas y animaciones —en FMV, esta vez— donde el jugador se limita a hacer de espectador —o, como mucho, a elegir una respuesta de entre dos opciones que puede o no marcar el curso de los acontecimientos—, los combates en Yuna 3 son auténticas simulaciones de tácticas de guerra a lo Front Mission, aunque en su forma más simplificada. En ellos, el jugador deberá luchar por turnos sobre un damero atendiendo a las características de desplazamiento, velocidad y ataque de los personajes bajo su control, que deberán cumplir un determinado objetivo según la misión en curso. Los personajes evolucionan en función de su utilización y son equipables a la usanza del típico RPG, sin embargo, el número de enfrentamientos está totalmente predeterminado —salvando aquéllos destinados a que el jugador pueda subir de nivel a sus personajes, que son opcionales y muy puntuales—, pues forman parte del propio desarrollo argumental, que para eso Yuna 3 es, ante todo, un adventure game a la japonesa.


Es obligado al hablar de Yuna 3 mencionar el fenómeno Sakura Taisen, si no porque ambos títulos se parecen como dos gotas de agua en desarrollo y planteamiento, sí porque en
los dos figura Red como co-desarrollador. Quizás convertir el último capítulo de la saga Yuna en un clon de Sakura Taisen era el camino más natural para la serie, teniendo en cuenta que el sistema pseudo-táctico de combate de los dos primeros Yuna era más que limitado y que la saga basa su éxito, al igual que el título de Sega, en el diseño de sus protagonistas y su concepción como anime participativo. Pero Yuna 3 es una producción de menor presupuesto y pretensiones, así que las comparaciones podrían acabar ahí. 

Aunque, en un principio, nadie lo diría. Para empezar, el juego se vale de un ilimitado catálogo de ilustraciones magníficamente dibujadas por las manos del maestro Akitaka, un considerable metraje de animación en FMV de gran calidad y, lo más sorprendente, un script íntegramente interpretado, de principio a fin. Incluso a pesar de contar con el mayor elenco de protagonistas y secundarios que he tenido la posibilidad de contemplar en un vídeo-juego. Quizás ésa es una de las mayores virtudes del programa: el juego es un constante flujo de personajes, conocidos o no, que sugieren un universo de cierta complejidad con multitud de acontecimientos interrelacionados, como en las mejores space operas. Y como en éstas, el drama hace su necesaria aparición en algunos momentos, a pesar del tono humorístico y el espíritu jovial que preside el guión. Un guión que, obviamente, sólo puede ser comprendido si entiendes el japonés, ya sea escrito o hablado, y que, además, alude constantemente a episodios anteriores.

Aún así, Yuna 3 es un programa accesible si no conoces el idioma. La simplicidad del sistema de combate permite superar con éxito todos los enfrentamientos y abastecerte de los items necesarios con algo de ensayo. De hecho, los combates y misiones, al menos hasta muy al final, además de simples, son fáciles. Demasiado. Es el gran fallo del juego — la falta de reto. De no ser por ello, y por su escasa longitud, Yuna 3 sería un pequeño clásico. Los gráficos, aunque sencillos, son un regalo para la vista en cualquiera de las secciones del juego, la narración, a pesar de lo arquetípica, está protagonizada por personajes de gran carisma, y tampoco faltan los pequeños secretos y giros en función de las decisiones del jugador. Yuna 3 es un producto que gozarán infinito los seguidores de la animación nipona y los amantes de los sprites en SD, pero que falla como propuesta sólida de juego. 

      
                                           Recap

 

 
 
  
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intelectual de Red y Hudson Soft
  
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