Imagino que a que el género está conociendo un segundo renacer en los "arcades" nipones y vuelve a compensar lanzar una versión profesional antes de la doméstica. El porqué de este renacer quizás no se pueda contestar tan rápido. Tiene que ver con un aficionado que empieza a darse cuenta de la mediocridad del juego doméstico moderno, que solo parece orientado a satisfacer al público occidental o los menores de 10 años, y a recordar lo bien que lo pasaba en los salones.
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