Siempre es un lujo saborear una recreativa de Capcom. Esta vieja factoría tuvo una vez en sus filas a los mejores diseñadores de la industria del vídeo-juego y este Captain Commando es
una buena muestra de ello. El dibujo de los sprites, su animación, la utilización de la paleta de colores y las excelentes melodías ponen inmediatamente de manifiesto las sabias manos que hay detrás de este título. Pero mejor, si cabe, que su apartado técnico es su concepción mecánica. Captain Commando recoge lo mejor de Final Fight, su fluidez y extraordinario control, y les añade a los personajes la posibilidad de correr, ampliando considerablemente el repertorio de acciones. La inteligencia artificial está también mucho más estudiada, con enemigos mucho más limpios que en el citado precursor. Por otra parte, jugar a cuatro es una experiencia sublime. Lejos de convertir la pantalla en un caos de sprites de difícil distinción, Capcom supo mantener la necesaria claridad gracias a una generosa área de combate que permite el posicionamiento de los cuatro protagonistas en diferentes localizaciones sin interferencias indeseadas, a lo que hay que añadir la imposibilidad de golpear o dañar directamente a un compañero.

Es también digna de elogio la extensa longitud de la que se ha dotado al juego sin que lleguen a aparecer en ningún momento serios indicios de monotonía. La variedad y vistosidad de cada una de las fases junto al espléndido repertorio de enemigos proporcionan el suficiente gancho para querer desvelar qué es lo siguiente partida tras partida. Y el juego recompensa. Una vez se consiguen dominar las posibilidades de los movimientos ofensivos y defensivos en carrera y los patrones de ataque de los bosses, no será muy difícil ir avanzando sin recurrir a créditos extra.

Captain Commando es uno de los productos más redondos que ha dado el sistema CP-S. Su inconfundible estética basada en el cómic americano, su magnífica ejecución técnica y su facilidad de manejo son sólo la carta de presentación de un programa magistralmente concebido al que, personalmente, nunca he sabido encontrarle defectos.


                                             Recap

           
 
   

   
   
 

             

Concepto, diseño y texto por Recapitulador.
Los logos y marcas comerciales pertenecen a sus respectivos propietarios. 
Todos los derechos reservados.